Tuesday, March 21, 2006

Las cosas que siguen pasando en mi vida.

Bueno señores, como en el título se aprecia, mi vida es una cajita de sorpresas, me sigue sorprendiendo hasta a mi mismo.
Hace unas semanas les contaba yo acerca de la perdida de mi maleta con todo lo que se incluía, pero como sigo siendo el mismo ingenuo, tarado y elevado de siempre las vainas me siguen pasando y pasando. Ahora les voy a contar una pequeña historia de la vida real… en serio, me pasó a mi…
Bueno, les cuento que el viernes pasado… o el sábado ya no recuerdo, me encontraba en casa de mis padres visitando a mis sobrinos que como ya les he planteado, es como si fueran mis propios retoños; y retomando nos fuimos de shopping para el Éxito con mi madre y compramos comida pero no recibían tarjeta y me tocó ir al cajero para poder pagar en efectivo; luego compramos algunas cosas para los chinitos y finalmente pagamos y nos fuimos para la casita. Después durante la noche fui hasta la universidad y como no hubo clase llamé a mis primos lo vagos para unirme a su vagancia y efectivamente ya se encontraban empinando el codo, le pregunté a mi amiga la costeñita rica que si quería ir conmigo y me dijo que no tenía plata y como yo tampoco tenía le dije que no se preocupara, que si la plata era el problema, pues al no haber plata, no había problema; entonces emprendimos camino a la casa de Sebastián y al llegar allí, pues nos dirigimos al cajero para sacar algo de billete porque no teníamos ni para devolvernos, al llegar al cajero saque mi billetera y …
Ho sorpresa, faltaba sólo una cosita plana y con números “la maldita tarjeta”, pues si señores al pagar en el “éxito” la cajera me devolvió el tiquete de compra y el recibo de pago, pero nunca me devolvió la tarjeta, al recibir los tiquetes no caí en cuenta de ello por haber recibido algo de esta persona pero cuando estábamos en el cajero y no pude sacar un peso, empecé a preocuparme sobretodo porque ya era tarde en la noche y no era muy fácil que pasaran buses, de todos modos pues lo primero que hice fue llamar al banco par bloquear la tarjeta y preguntar si hubo movimientos después de la última compra realizada.
Después me encontré con todos mis amigos y nos pusimos a la tarea de terminar con todo el trago que ellos habían alcanzado a comprar, tarea sencilla para un deportista consumado como yo en el arte de empinar el codo con fuerza, finalmente el problema del dinero quedó resuelto unos momentos después cuando mi otro primo, Juancho, quedó peao y nos tocó llevarlo a su casa en un taxi pagado con su propio dinero pero que nos servía a Claudia y a mi pues ella, vecina de mi hermana, vive muy cerca de Juanito.
Pero siendo el meollo de ésta historia la inocentada de la tarjeta, es mi deber recordar a todos los que así sea por casualidad se acerquen a leer mis infortunios, que esto le sucede hasta a los más desconfiados.
No siendo más por el momento espero que sus comentarios no se pasen de: BRUTO, PENDEJO, IDIOTA… etc.

Ahí nos vidrios!!!!

No comments: