Hace ya casi dos años que terminé una relación larga y profunda con una mujer que pensé que podía haber sido la indicada, pero ya ven, me cambió por otro, sólo espero que haya sido para bien, porque a pesar de todo le deseo lo mejor pues en tres años y medio que estuve con ella creo que sacó lo mejor de mi y espero haber obtenido de ella sólo lo mejor.
Eso creo que ya no lo voy a poder averiguar ya que desde hace más de un año no tengo contacto de ningún tipo con ella, ese contacto me mantuvo en un estado deplorable por mucho tiempo, más de 6 meses, y finalmente cuando obligada le tocó aceptar que ya tenía otro, no me quedó más remedio que alejarme y sufrir y llorar mi pérdida.
Ahora haciendo alusión al titulo del presente articulo, les comento que esa herida podría sanar gracias al tiempo y a la aparición de alguien que hasta ahora ha sido muy distante pero que ruego a Dios para que cambie de actitud; no me quiero hacer ilusiones tempraneras y espero que el tratar de encontrar una cura para mi mal no resulte siendo peor que la misma enfermedad, pero tampoco puedo darme el lujo de perder las esperanzas de que la vida me devuelva algo de lo que tanto he dado a todos a mi alrededor.
Adriana, espero que leas mis pensamientos y que me des la oportunidad no sólo de hacerte la vida agradable sino que al mismo tiempo en mi vida cambie el tono grisáceo tirando a negro de las nubes que me rodean y que ésta se convierta en una tarde de primavera soleada desde luego con un sol enmarcado en tu cara que brille solo para mi.
Bueno, después de ese lapsus de romanticismo que me acaba de invadir en el párrafo anterior, solo me queda por decir a mis dos o tres lectores habituales y a los pocos que por equivocación terminaron de leer el presente post, que les pido que recen cada uno en su religión cualquiera que sea, para que a este pobre gordo prácticamente anciano le den la oportunidad de rasguñar el cielo y porque no de pronto aferrarse a él y cerrar la herida que aún hoy a veces da un poco de comezón.
Ahora haciendo alusión al titulo del presente articulo, les comento que esa herida podría sanar gracias al tiempo y a la aparición de alguien que hasta ahora ha sido muy distante pero que ruego a Dios para que cambie de actitud; no me quiero hacer ilusiones tempraneras y espero que el tratar de encontrar una cura para mi mal no resulte siendo peor que la misma enfermedad, pero tampoco puedo darme el lujo de perder las esperanzas de que la vida me devuelva algo de lo que tanto he dado a todos a mi alrededor.
Adriana, espero que leas mis pensamientos y que me des la oportunidad no sólo de hacerte la vida agradable sino que al mismo tiempo en mi vida cambie el tono grisáceo tirando a negro de las nubes que me rodean y que ésta se convierta en una tarde de primavera soleada desde luego con un sol enmarcado en tu cara que brille solo para mi.
Bueno, después de ese lapsus de romanticismo que me acaba de invadir en el párrafo anterior, solo me queda por decir a mis dos o tres lectores habituales y a los pocos que por equivocación terminaron de leer el presente post, que les pido que recen cada uno en su religión cualquiera que sea, para que a este pobre gordo prácticamente anciano le den la oportunidad de rasguñar el cielo y porque no de pronto aferrarse a él y cerrar la herida que aún hoy a veces da un poco de comezón.
